Tiempo
Tiempo Todo comenzó una tarde extraordinaria junto a la puerta de entrada de la casa verde. Sans llegó solo, sudando gotas gordas que desaparecían cuando tocaban su camisa de algodón a cuadros. Los niños no lo vieron llegar porque estaban en la parte de atrás jugando en el columpio hecho con una llanta vieja de coche que Sans encontró a orilla de la carretera. Dejó salir una aspiración larga y extenuante desde su interior y sintió un alivio relajante. Cogió una silla de la mesa redonda y quitándose el sombrero comenzó a ventilar su cara y pecho. Arrastró la pesada carga que acababa de dejar junto a la puerta y se dispuso a desatar la bolsa. Metió la mano para explorar el contenido y sintiendo que no podría con una sola, metió la otra mano también. Sacó el contenido: una caja rectangular blanca con una cara de papel translúcido que permitía mostrar algo. Quitó los sellos delicadamente hasta que la tapa superior con ese papel casi transparente estuvo libre. Entonces deslizó la cubie