Treinta días de tu vida

Day 4


When you met that day, things were very strange. There was some untold tension between you two. The words you told were meaningless. There was no fluid conversation and anytime someone tried to soften the situation, the other made comments to take the conversation back to the same point. The tension reached the tipping point and suddenly your voices broke and tears started to run down your faces until things were as they had been before. You realized that you two had created a problem that each interpreted to their convenience. After a long period of serious talk, each of you understood the other and finally you were laughing again. You gave back the toy and she thanked you from that day until something similar occurred years later.  

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