Otro día para vivir
Otro día para vivir Llegué puntual al establecimiento donde Rocío se encontraba trabajando, creo que ese es su nombre porque Celia siempre le dice Chio. Casualmente Celia no estaba ese día y no estoy muy seguro pero creo que ella siempre llega después de las once de la mañana. La última vez que la vi estábamos todos esperando que se diera el resultado del cónclave en Roma. Tuvimos que esperar mucho tiempo antes de que esto sucediera y todavía más por el hecho de que ese día había un grupo de electricistas haciendo reparaciones a las instalaciones eléctricas de la plaza completa. Yo tenía mucha prisa aquel día porque había prometido regresar pronto a casa y tener una plática inconclusa vía mensajería instantánea; por poco no termino aquella plática inconclusa, pero llegué justo cuando mi interlocutora estaba por cerrar su cuenta de correo. Esa fue la última vez que vi a Celia y recuerdo bien que eran más o menos las 12 del día. No la encontré en mi última visita porque en reali